
¿Se imaginan que, actualmente, cualquier empresa o producto pudiera ostentar una leyenda como: “Polvo mágico para el estómago”?
Estimado lector, hoy exploraremos un aspecto fundamental para la publicidad en el sector salud: la autorización de la publicidad sanitaria. Como hemos mencionado anteriormente, COFEPRIS es la entidad encargada de supervisar y aprobar la publicidad de productos de salud, pero ¿cómo es el proceso de autorización y qué implica para los anunciantes?.
Frases como la que aparece en la imagen del artículo eran muy comunes tanto en etiquetas de productos como en publicidad, con afirmaciones como: “Cura de manera segura, sin molestias y de forma maravillosa y casi mágica las enfermedades gastrointestinales.”
Estas afirmaciones, carentes de cualquier comprobación científica y con propiedades exageradas casi milagrosas, llevaron a que muchas personas, incluidos niños, se automedicaran, poniendo en riesgo su salud.
El proceso de autorización de publicidad sanitaria comienza con la presentación de una solicitud ante COFEPRIS, acompañada de un proyecto detallado del anuncio. Este proyecto debe incluir toda la información que se pretende divulgar, así como las pruebas científicas o estudios que respalden las afirmaciones publicitarias. Es importante recordar que COFEPRIS exige que la información proporcionada sea veraz y no induzca a error, lo que significa que las empresas deben ser sumamente cuidadosas al redactar sus anuncios.
Antes de la existencia de un reglamento específico que controlara la veracidad de la información en publicidad, muchos productos circulaban en el mercado con afirmaciones engañosas o confusas. En décadas anteriores, era común encontrar productos cuyas promesas no tenían respaldo científico, anuncios exagerados, con caracteristicas milagrosas o subliminales, una práctica que hoy es impensable gracias a los marcos regulatorios.
Imagen sugestiva, con falta de comprobación ciéntifica y publicitándo un inyectable que sólo puede ser suministrado por un profesional de la salud.
Una vez presentada la solicitud, COFEPRIS revisa el contenido para asegurarse de que cumple con las normativas establecidas en la Ley General de Salud y su reglamento en materia de publicidad. Durante esta revisión, se evalúa si las afirmaciones sobre el producto o servicio están respaldadas por evidencia científica sólida y si se han tomado las precauciones necesarias para evitar que los consumidores sean engañados o confundan las características del producto.
Si COFEPRIS aprueba el proyecto, se otorga un permiso que permite la difusión de la publicidad en los medios seleccionados, ya sean impresos, televisión, radio, prensa o plataformas digitales/internet. Es importante destacar que cualquier modificación en la publicidad, ya sea en el mensaje o en el medio de difusión, debe ser notificada y autorizada nuevamente por COFEPRIS. Las empresas no pueden cambiar el contenido aprobado sin pasar por este proceso nuevamente, ya que, de lo contrario, incurrirían en sanciones. Sin embargo, está permitido modificar formatos (medidas verticales, horizontales y proporciones), siempre y cuando se mantenga toda la información aprobada en el proyecto de publicidad, sin añadir ni omitir ningún detalle, y que dichas modificaciones correspondan a la modalidad del trámite y al pago de derechos que le correspondan.
El proceso de autorización, es clave para garantizar que la publicidad sanitaria sea ética y responsable. Las empresas deben asegurarse de que todas sus campañas pasen por este filtro antes de lanzarse al mercado.
En las próximas columnas hablaremos sobre los beneficios de cumplir con estas normativas, no solo para evitar sanciones, sino también para ganar la confianza del consumidor y fortalecer la reputación de las marcas o servicios de los profesionales de la salud. Además, revisaremos las modalidades de sometimiento según el tipo y uso del producto, y los costos de solicitud, que son variables según el medio de comunicación que se utilice.
No importa si eres médico, odontólogo, farmacéutico o distribuidor: no solo los fabricantes de medicamentos deben apegarse al reglamento; si utilizas cualquier medio dirigido al público en general, también estás sujeto a estas normativas.
Si te dedicas al mundo de la salud o tienes interés en la publicidad regulada, te invito a formar parte del grupo de: Marketing Farmacéutico México.
Yo laburo en la industria acá en Argentina y la verdad que el análisis calza justo, va como piña
Gran analisis, es increible como hemos evolucionado de entre varios temas y lo etico, gracias Alfonso!